23 agosto 2005

RELIGIÓN AL INSTANTE: ¡¡ORDENAN A SACERDOTE CASADO!!

La siguiente noticia fue publicada en la edición digital de El País de España, el 22 de Agosto del 2005. Los enlaces respectivos son:
http://larazon.es/noticias/noti_rel71684.htm
http://larazon.es/noticias/noti_rel71685.htm

Ordenan sacerdote a un hombre casado y con hijas.

El obispado de Tenerife dice que su caso, el primero en España, no es precedente para abolir el celibato católico, sino una «singular excepción» El nuevo presbítero, ex pastor anglicano, se ocupará de la comunidad inglesa.
Santa Cruz de Tenerife- A partir de mañana, el padre Evans David Gliwitzki ejercerá como sacerdote en una parroquia católica. Oficiará misas, bautizará a niños, celebrará matrimonios y funerales y dará la comunión, todos los domingos, a los católicos de habla inglesa del sur de Tenerife. Al terminar el trabajo, volverá a casa con su mujer. El pastor anglicano David Evans fue ordenado ayer sacerdote católico en la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de La Laguna (Tenerife). Se trata del primer caso en España de ordenación de un ministro anglicano casado, informó el Obispado de Tenerife.
Tras su ordenación, Evans, padre de dos hijas, «seguirá estando casado con su esposa, Patricia», confirmó el Obispado de Tenerife en un comunicado, en el que precisó que ésta no es una vía de acceso a la abolición del celibato católico «sino una muy singular excepción en consideración a su situación». El Obispado consideró «sus muy peculiares circunstancias al provenir de la Iglesia Anglicana, una comunidad que sí acepta el matrimonio de sus ministros».
Evans David Gliwitzki, de 64 años y natural de Zimbabwe, recibió el sacramento del orden sacerdotal en su grado de presbítero en una ceremonia oficiada por el actual administrador apostólico de la Diócesis Nivariense, Felipe Fernández, anterior obispo de Tenerife. En ella, estuvieron presentes las dos hijas del nuevo sacerdote católico, de 30 y 40 años, que acudieron a Tenerife desde Gran Bretaña y Estados Unidos.
Gliwitzki, hijo de un polaco católico y madre anglicana, ejerció como administrador de la Red Nacional de Ferrocarriles de Zimbabwe hasta 1984, fecha en que fue ordenado ministro de la Iglesia Anglicana. Desde entonces, ejerció su labor como párroco y vicario general de la diócesis.
Tras la visita de Juan Pablo II a Reino Unido y la firma junto al obispo de Canterbury de un compromiso mutuo de trabajar por la unidad de las dos confesiones, el clérigo, que estaba entonces en Gran Bretaña, regresó a su país y expresó a su obispo el deseo de trabajar en el campo ecuménico. Por ello, recibió la autorización de su superior – que también se convirtió con posterioridad en miembro de la Iglesia Católica– para celebrar la eucaristía de acuerdo con el misal romano. También se dedicó a organizar numerosos encuentros entre sacerdotes de las dos iglesias «para caminar juntos hacia la unidad».
Así, Gliwitzki ha viajado frecuentemente a Roma como integrante de la delegación anglicana en conversaciones con el Vaticano, donde en diversas ocasiones atendió los consejos de Benedicto XVI, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, sobre todo en materia de disciplina sacramental. Años después, y recién inaugurado el Pontificado, fue Benedicto XVI quien firmó la dispensa para que pudiera ser ordenado sacerdote.

Régimen contra la Iglesia Católica. Después de la convulsión política que sufrió Zimbabwe en 1992, con un régimen dictatorial en contra la Iglesia Católica, Gliwitzki se presentó ante el obispo católico de su zona y le pidió ayuda para ser aceptado en su tránsito hacia la Iglesia católica romana. El prelado aceptó y se puso en contacto con las conferencias episcopales de varios países para solicitarles que recibieran a David Evans y le tutelaran en el camino que pretendía seguir hacia el sacerdocio católico.
Entonces, la Conferencia Episcopal española contactó con el obispo de Tenerife, Felipe Fernández, que ha dirigido los pasos de David Evans hacia su ordenación.
El nuevo sacerdote, que presidirá por primera vez la eucaristía mañana, 23 de agosto, en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen del camino de la Villa, en La Laguna, ha confesado que siente dolor por la situación de su país y por los amigos, anglicanos y católicos, que ha dejado Pero Gliwitzki también ha expresado que quiere colaborar con su esfuerzo en nuestro país «porque aquí hay muchísimo trabajo que hacer». La tarea que le han encomendado es hacerse cargo de la comunidad de habla inglesa del sur de Tenerife.

Una dispensa del voto de castidad.
La conversión de Gliwitzki no es un caso aislado, aunque sí el primero en España. Desde que la Iglesia anglicana aceptó la ordenación de mujeres, muchos pastores, en desacuerdo, optaron por cambiar de clero. Así lo explica el sacerdote Santiago Martín. «Siempre ha habido casos, pero en los últimos años son más frecuentes». Para que un cura anglicano pueda seguir ejerciendo su oficio como católico, tiene que seguir unos pasos y cumplir unos requisitos que ofrezcan garantías sobre su nueva confesión. Todo empieza, según Martín, con «una crisis de fe de su religión». El pastor se pone en contacto con el obispo católico de la diócesis donde vive y le comenta su intención de cambiar su fe. El prelado tiene que llevar a cabo una investigación para comprobar si las intenciones son «serias». Una vez aceptado que el pastor anglicano quiere convertirse se le somete a un «examen» para confirmar que coincide con la fe de la Iglesia romana. «No es un examen con preguntas, sino una serie de conversaciones». Pasada esta prueba, ya es miembro de la Iglesia católica. No hace falta que vuelva a bautizarse, ya que si procede de la fe anglicana estará bautizado. Pero aún no es sacerdote. Para ello ha de pedir una dispensa a la Santa Sede a través de la nunciatura. El Vaticano entrega este permiso «en casos especiales, como éste». La dispensa afecta al voto de castidad, que según la Iglesia católica, deben respetar los sacerdotes. En este caso, el permiso faculta al sacerdote a seguir casado y a seguir ejerciendo como pastor. Una vez lograda la dispensa, debe volver a ordenarse. Esta situación no tiene que ver con la de curas que, una vez ordenados, deciden casarse y dejar el sacerdocio.

¿Habrá entendido por fin el Vaticano que un buen sacerdote no necesariamente es el que presenta una tasa de matrimonios igual a cero, sino uno que cumple con los mandamientos de Jesús y la Biblia? ¿Habrán recordado aquello de que "el sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado" (Marcos 2:27)? Sería un cambio saludable dentro de la Iglesia Católica, para variar.

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